Una de nuestras estudiantes decide iniciar su proceso por su propia cuenta y basada en búsquedas en la Internet. Por cuestiones del destino prefiere contactarnos y en la primera asesoría se entera que la institución a la que había aplicado no le otorgaría un permiso de trabajo después de la graduación, requisito fundamental para aplicar por una Residencia Permanente. Ademas, con nuestra guía, se ahorro miles de dólares en el programa seleccionado en comparación con el programa al que había aplicado sin conocimiento. 

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Que no te pase lo mismo...